Porque, aunque pueda parecer ciencia ficción, esto es lo que hace la empresa de la que Noemi es CEO. A través de biomarcadores —sensores— y aplicaciones específicas de realidad virtual, se toman datos cuantitativos reales del cerebro de las personas que toman decisiones: cuánto y cómo se estresan, qué mecanismos entran en juego cuando se enfrentan a una crisis, cómo actúan y cuánto tiempo emplean, etc., etc.

Con ese valiosísimo corpus de datos Martin Brainon pueden desarrollar productos tecnológicos que, a su vez, se implementan en el funcionamiento empresarial para mejorar el bienestar en las organizaciones, minimizar errores y maximizar la eficacia en la toma de decisiones. Sobre todo con procesos críticos, donde la seguridad es clave o donde el factor humano marca la diferencia.

En El Garaje de Wozniak estamos buscando entender y «fabricar» al líder perfecto, por lo que la perspectiva de Noemi nos parece un tesoro tan grande como el del pirata Barbarroja: crear tecnología basándose en el ser humano, en el sentido más literal del término. Y claro, nos flipa. Este episodio es de los de no pasar por alto, como también es interesante seguir la pista a este híbrido en el mundo de la consultoría que apuesta por la disrupción y la neurociencia, para hacer que las empresas mejoren con base sólida.